En esta ocasión compartimos una breve entrevista que hemos tenido con Joel, un hermano que tiempo atrás estuvo visitando la Iglesia, también nos cuenta parte de su experiencia vivida en Chaco, especialmente en nuestra Iglesia.
“Mi nombre es Joel Lüscher tengo 34 años de edad y estoy casado con Dorothea. Venimos de Suiza. Yo vine la primera vez en el invierno de 2007, fue una visita que duró dos meses. Estuve muy satisfecho con la alegría y el amor de los cristianos en la ciudad. Lo que Dios está haciendo aquí es una obra maravillosa de Dios. La hospitalidad me ha motivado!
Cuando regresé ahora en Abril-Mayo, después de 3 años, junto a mi esposa (pues me he casad) tuve la oportunidad de visitar Comunidad Cristiana de Charata nuevamente le pude mostrar cómo es hermoso aquí.
En los servicios de la iglesia, hemos experimentado la presencia de Dios y nos ha motivado a nosotros y a muchos otros presentes. Nos hizo muy felices de ver como aquí en Charata 35 personas fueron bautizadas (En Las Heras 330 y el Barrio San Antonio).
También fueron rescatadas algunas personas del pecado en esos mismos días.
El pueblo de Dios intercede, ora mucho y Dios está obrando. La iglesia en los últimos 3 años a crecido! Esta es la llave de la bendición, la oración. Es así cuando Dios salva y transforma vidas. También nos alegra que familias se reúnan nuevamente ante Dios, aunque encontré que faltan algunos amigos. Pero se que viene un milagro para ellos.
Por otro lado los pastores trabajan con mucha pasión. Todos los días se encuentran disponibles en toda la ciudad. El Pastor Ernesto Cynzer y Enrique Cynzer con problemas ante sus puertas apenas salen de sus casas, gracias a Dios siempre lograron ayudar a los necesitados. Gracias a su trabajo fueron salvados ya muchos. El trabajo de los pastores no es fácil, ya que se enfrentan a muchos problemas. Pero con la ayuda de Dios proceden en la obra. Es un placer también que familias enteras juntas sirvan a Dios. Muchos jóvenes son fieles a Dios.
Me entristece, sin embargo, y me sigue entristeciendo los jóvenes que alguna vez amaron a Dios, y a causa de algún pecado o de placer hoy se escaparon de Dios. El Diablo no tiene problemas de atacar incluso a los jóvenes fuertes. Estos tienen que llevar una especial vida de la oración. Es una necesidad. Hay grandes retos para ellos.
Dios tiene un plan perfecto para cada vida. Y alabado sea el Señor por eso!
Pronto esperamos regresar y ver una Iglesia mucho más crecida y más fuerte.”
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